Casi se me pasa hablar de esto: nuevo escándalo mayúsculo con la retirada de la ópera "Idomeneo" del cartel de la Deutsche Oper de Berlín. Al final va a resultar que lo verdaderamente provocador y rompedor es suspender obras de teatro programadas; de hecho, esta se estrenó en el mismo sitio hace tres años y no se enteró nadie.
Llama la atención que se discuta tanto sobre la censura y rendición ante el fundamentalismo islámico y nadie repare en el potencial ofensivo de la mamarrachada esa de extraer de un saco las cabezas cortadas de Cristo, Buda, Poseidón y Mahoma. En fin, se supone que ya debemos estar acostumbrados.
Por mi parte, ante el riesgo de que por fin se represente la ópera -en el teatro de Comisiones Obreras de Madrid, por ejemplo-, propongo que se sustituya la cabeza de Mahoma por la de Hans Neuenfels, responsable del montaje: sería un puntazo.